El Grupo de Derecho de la Tauromaquia analiza los derechos y deberes de los espectadores taurinos

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El abogado y periodista José Luis Marín Weil fue el encargo de exponer los derechos y obligaciones del público generales y propios de este tipo de espectáculos


¿Cuáles son los derechos y deberes de los espectadores de espectáculos taurinos? A esta pregunta dio respuesta la última jornada organizada por el Grupo Especializado en Derecho de la Tauromaquia, el pasado 12 de abril, cambiando así de ponencias sobre aspectos generales y la defensa jurídica del sector a un punto de vista del consumidor.

Para ello, el evento contó con la ponencia del abogado y periodista José Luis Marín Weil, presentado por el presidente de la agrupación, Fernando Navarro. El experto arrancó señalando que cualquier persona, al adquirir una entrada, adquiere unos derechos y obligaciones. En este sentido, el público tiene derecho presenciar el espectáculo en su integridad, ocupar la localidad que le corresponde, recibir devolución del importe de la entrada en casos de suspensión, aplazamiento o modificación o a que la actividad se desarrolle según haya anunciado la empresa. También queda sujeto a las obligaciones de cumplir los requisitos de seguridad, respeto a los demás y a seguir las instrucciones por parte de empleados y personal de vigilancia, y a unas prohibiciones, como la de fumar en locales cerrados, portar armas y objetos peligrosos, adoptar una conducta que pueda producir peligro o molestias a otras personas, exhibir prendas, objetos o símbolos que inciten a la violencia o mal comportamiento de los asistentes o acceder a escenarios, terrenos de juego o lugares de actuación durante el espectáculo.

“Estos derechos, obligaciones y prohibiciones son comunes en todo espectáculo que se precie (cultural, musical, deportivo…), pero no así en los espectáculos taurinos”, matizó Marín Weil, en referencia a la propia idiosincrasia de la tauromaquia. En este sentido, ilustró su ponencia con imágenes de la clásica merienda en la plaza o de público disfrazado en el coso. Asimismo, señaló que  la tauromaquia está activa en ocho países, con reglamentación taurina distinta en cada uno de ellos y, en España, esta regulación además se bifurca a través de la propia normativa autonómica, dando lugar a un marco jurídico amplio y dispar.

Terminó su exposición profundizando en el Reglamento de Andalucía (Decreto 68/2006, de 21 de marzo) al que calificó como el que más vela por los derechos de los espectadores, y desglosó los derechos y obligaciones del público taurino en la comunidad autónoma, con mención especial a los propios de este tipo de espectáculo, como el papel del presidente, el poder del público en la concesión de trofeos o el acceso a los informes veterinarios -entre los derechos-, o la prohibición de lanzar almohadillas al ruedo o acceder y salir durante la lidia.

Puedes acceder al vídeo de la jornada en este enlace.